El impuesto de sucesiones es una de las grandes encrucijadas en las herencias.
Su cuota depende de muchos factores jurídicos y fiscales, pero también personales y patrimoniales, los cuales tienen una gran influencia sobre el resultado a pagar.
Por eso, conocer bien sus entresijos y el juego de las reducciones y las bonificaciones que le son aplicables va a tener como resultado un importante ahorro fiscal.
Además, es fundamental no descuidar el plazo de seis meses para su presentación, pues se hace necesaria la recopilación de una serie de documentos cuya obtención es sucesiva, lo que hace que en esa fase preparatoria se emplee una buena parte de dicho plazo.
Existe además posibilidad de solicitar prórrogas, cumpliendo los requisitos que prevé la ley, y también de solicitar fraccionamientos o aplazamientos, que según los casos podrán pedirse ante la propia oficina liquidadora del impuesto o del servicio de recaudación, según las circunstancias de la herencia y del plazo en el que se soliciten.
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